La vida me ha enseñado que no tengo que rendirme cuando quiero algo, que tengo que pasar verguenza para conseguir eso que anhelo, que he de ser fuerte ya que nadie más va a luchar por mi, que he de mirar siempre adelante y no quedarme nunca en el pasado, que los buenos amigos son aquellos que matarían por tí, que sólo hay una vida y se tiene que vivirla. Me ha enseñado a vivir las cosas al límite, ya que un momento es único y irrepetible. También me ha enseñado que debemos creer a aquellos que nos demuestran confianza, pero no tenemos que confiarnos al 100% ya que nunca sabes quien te puede fallar. A veces un instante puede ser eterno, una cosa de cinco minutos nos puede durar para toda la vida. La vida, puede ser que no te tenga preparada la mejor fiesta, pero sólo tú puedes hacer que esa fiesta mejore; añadele amigos, risas, locuras, un poco de alcohol y muchas sonrisas!